Prueba de aluminio para baterías de vehículos eléctricos
La industria de la batería de vehículos eléctricos está mejorando constantemente la densidad de energía y la seguridad de sus productos. Un enfoque significativo está en las láminas de aluminio y cobre utilizadas en cada celda como coleccionistas de corriente. La lámina más delgada ayuda a reducir el peso de la batería (contribuyendo a la densidad de energía), y la lámina más larga/más ancha aumenta la eficiencia de producción (contribuyendo a la reducción de costos). Sin embargo, a medida que la innovación impulsa los materiales de aluminio para que se vuelvan más delgados, se vuelve aún más crítico capturar con precisión sus propiedades de material y garantizar que existan medidas de control de calidad adecuadas.Muchas compañías en la industria actualmente están trabajando en la producción de lámina de cobre entre 4 y 12 micras de espesor. Sin embargo, a medida que el papel de cobre se vuelve más delgado, más largo y más amplio, se requiere una tecnología mejorada para abordar las preocupaciones de arranque y desgarro durante la producción. Dado que las baterías deben poder resistir la carga mecánica bajo el uso normal, así como la expansión y la contracción al cargar y descargar con el tiempo, la lámina del colector actual también debe poder resistir estos factores sin ceder. Asegurando que estas láminas más nuevas puedan resistir las cargas requeridas durante el uso y la producción, se necesita un aumento de las pruebas mecánicas.